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El derecho de Familia se encuentra incluido en el orden civil pero debido a sus especiales características tiene sustantividad propia. Por un lado, a nivel procesal, tiene una normativa diferenciada respecto de otros procesos civiles. Y por otro lado, por su especial naturaleza, puesto que las cuestiones a tratar afectan a la esfera más personal e íntima de las personas.  Las relaciones personales-sentimentales y las relaciones paterno/materno-filiales tienen una dimensión legal tan importante como la dimensión emocional.

En la mayor parte de los casos resulta fundamental la pedagogía jurídica. El lenguaje jurídico debe ser comprensible. Para cualquier persona resulta tan importante la obtención de un resultado positivo como entender el marco jurídico en el que se va a desenvolver su realidad y sus relaciones personales, y las consecuencias de todo ello a medio y a largo plazo.